Este año un viaje virtual
Los mercadillos de Navidad son una necesidad de la temporada invernal.
Cada año, desde finales de noviembre hasta la Epifanía, sus colores invaden las calles y las plazas, creando una fantástica atmósfera para jóvenes y mayores. Por desgracia, este año debemos renunciar a su belleza. Debido a la emergencia sanitaria, de hecho, todos los mercadillos han sido cancelados!
Esto significa que a pesar nuestro tendremos que esperar al menos otro año antes de sumergirnos en la magia de la Navidad. Pero nada nos impide viajar con nuestra fantasía. ¡Por eso hemos decidido hoy llevarte al descubrimiento de algunos de los mercadillos más queridos de Italia!
Aosta
El Marché Vert Noel catapulta en un ambiente único e invita al visitante a perderse agradablemente en un ajetreo de colores y perfumes: se extiende entre más de 50 chalets ricos en producciones artísticas locales, productos enogastronómicos DOC y DOP, artesanía local y sabios artefactos. La plaza principal de la ciudad se utiliza como pista de patinaje
Arezzo
De reciente creación, hoy es uno de los mercadillos más sugestivos de Toscana. Piazza Grande acoge casitas de madera, la gran cabaña tirolesa y un amplio mercado donde poder comprar figuras y personajes del belén procedentes de todas las regiones de Italia. La tradición toscana se conjuga con la de los expositores tiroleses, austríacos y alemanes que frecuentan la plaza. Completan el espectáculo la casa de Santa Claus, las cenas en cabaña, la noria, la pista de hielo y los tours guiados en el centro histórico de la ciudad.
Asiago
El pequeño municipio del vicentino, surgido en la homónima meseta, acoge los llamados "jardines de Navidad", un vasto mercadillo que alberga una gran variedad de artículos: de la madera al vidrio, pasando por la cerámica, así como los dulces de las panaderías locales, mientras el tipico vino brulé calienta los fríos días de montaña.
Bolzano
Es el mercadillo más grande y antiguo de Italia, de hecho la primera edición se remonta a 1991. En Bolzano se revive una inmersión en el pasado más genuino, cuando los abetos se adornaban con pequeñas decoraciones del diario, como manzanas rojas o cintas de paja. El 6 de diciembre, el día de San Nicolás, es costumbre hacer desfilar al santo que distribuye golosinas a los niños buenos y a los krampus, criaturas monstruosas similares a demonios, que en cambio castigan a los niños malos.
Gubbio
Aquí la Navidad es realmente una gran fiesta. Además de las muchas casitas de madera que decoran el centro, la ciudad umbra tiene el récord de equipar el árbol de Navidad más grande del mundo: luces de varios colores se colocan en las laderas del monte que rodea el burgo generando un efecto cromático absolutamente único. El encendido es siempre un evento icónico que crea unión entre los habitantes: en 2014 fue el propio Papa Francisco quien se ocupó de ello. El árbol puede ser observado también por la noria que se monta con motivo de la festividad. También adornan el mercadillo muchas atracciones, el trineo de Santa Claus y el pequeño tren turístico.
Matera
Entre los centros del sur, sería imposible no citar Matera: la ciudad, que ya de por sí recuerda un belén, en el período navideño ofrece su mejor parte. De hecho, si la nieve no cae del cielo, el mercadillo se blanquea con nieve artificial. Todo está condimentado por puestos de venta, luminarias, pistas de hielo y mucho más para la alegría de todas las edades.
Merano
La pintoresca ciudad alberga entre los más sugestivos mercadillos italianos. Estos se extienden entre el puente Teatro y el puente del Correo, atravesados por el torrente Passirio, a dos pasos de las famosas termas. Los diferentes stands ofrecen productos pertenecientes a la tradición gastronómica y folklórica del Tirol.
Polignano a Mare
La localidad de Apulia se transforma en un hermoso pueblo luminoso, en el que los esplendores de la Navidad se combinan con la tradición del lugar. En efecto, por las calles del centro se desvelan las típicas luminarias que recogen los versos de las canciones de Domenico Modugno, célebre cantante nativo de Polignano y de Pino Pascali, poliédrico artista también él originario del lugar. El pueblo está animado con los Abanderados y los músicos de Oria, así como por varios espectáculos y artistas callejeros.
Trento
Durante el período navideño, Trento se transforma en la Ciudad de la Navidad: un mágico belén lleno de tradición, luces y colores. Además de la exposición y la venta de productos, la ciudad ofrece un verdadero viaje al descubrimiento de las excelencias del Trentino, con degustaciones y demostraciones en directo. En el centro de Piazza Duomo se encuentra un majestuoso árbol de Navidad y un trenecito que lleva a los más pequeños a descubrir las bellezas de la ciudad. Para coronar este mágico viaje, lo hace Santa Claus, que cada año espera a los niños en su casa
Verona
La ciudad cortada en dos por el Adigio, iluminada por cientos de luces, alberga 100 casitas de madera situadas en el fondo de la Arena romana. Entre el 10 y el 13 de diciembre se organiza un tradicional mercadillo en el que se exhiben golosinas y carruseles y donde cada año llega Santa Lucía, junto con su burro, que lleva caramelos y carbón a los niños. La Arena alberga 400 tipos de belenes procedentes de los más importantes museos internacionales y la simbólica manifestación de la Estrella naciente.
¿Has visitado ya alguno de estos mercadillos? ¿Cuál es tu favorito? ¡Avísanos en los comentarios!
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